Una tarta de chocolate es la tarta perfecta para casi todas las ocasiones. Tanto si estás buscando qué tarta hacer para el cumpleaños de un niño como si has pensado en hacer un pastel para una reunión familiar o una fiesta entre amigos. No hay nadie que pueda resistirse a un rico pastel cubierto de chocolate, ¿verdad? Es tan delicioso…
Pero claro, hacer el pastel de chocolate perfecto tampoco es tan fácil. A veces nos pasamos con el azúcar, nos quedamos cortos o se nos espesa demasiado la masa y este tipo de cosas hacen que aquel pastel perfecto que estaba en nuestra cabeza se esfume… No te preocupes, porque hoy vamos a ayudarte con unos sencillos consejos, pero créeme que el punto más importante de todos es: elegir el mejor chocolate. Si te aseguras de haber escogido el mejor chocolate, casi nada podrá arruinarte la fiesta. Así que, ¡manos a la obra! ¿Tenemos algo importante que hacer?
A continuación, nuestros sencillos consejos para conseguir el mejor pastel de chocolate del mundo:
1. Elige el chocolate cuidadosamente
Sin ninguna duda, uno de los factores claves a la hora de hacer un pastel de chocolate es el CHOCOLATE. Si quieres que tu tarta de chocolate tenga un excelente sabor a chocolate, probablemente la mejor opción sería descartar esos chocolates baratos que no solo no aportan sabor, sino que podrían terminar arruinando tu tarta. Aquí te recomendamos elegir algunos de los mejores como Neucober, Belconade, Brunelli o Puratos.
2. Opta por una combinación de sabores apropiada
Ok, ya has elegido el mejor chocolate, ¡ese es un buen comienzo! Pero lo cierto, es que incluso al mejor chocolate del mundo le viene muy bien un acompañante, ¿verdad? Asegúrate de escoger una buena compañía para tu chocolate, que encaje bien con el sabor de este. Podrías escoger, por ejemplo, extracto de vainilla, ralladura de naranja o de coco. Una de las características del chocolate es que es muy versátil así que solo tienes que echarle un poco de imaginación y experimentar con mezclas de sabores exquisitos.
3. Disfruta del proceso: ¡diviértete! Y ¡Sé paciente!
Algo fundamental cuando te pones manos a la obra con la repostería es disfrutar de cada paso, saborearlo y degustarlo, no hay prisa… Las prisas aquí son malas consejeras y podrían arruinar tu pastel así que tómatelo con calma y respeta sus tiempos. No pongas a refrigerar tu tarta si aún no se ha enfriado, por ejemplo, ese es un error muy común y puede terminar arruinando el pastel al que pusiste tanta ilusión.
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